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Poemas de un Sennin

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Reconocimiento de la Crítica:

"Magico e inefable"

"¡Estupendo!"

Tal como una vez lo comento el autor, la poesía es un buffet en un pastilla, y este primer volumen es lo que nos comparte. A través de décadas de vida resumidas en estas paginas se nos abre al portal de emociones de un ser humano que con sus experiencias plasmadas congela el tiempo en sus vivencias para darle forma a los pensamientos que brotan de su ser. Dentro del lector se interpretara cada una de ellas dependiendo sus propias esquemas e historias personales, pero no puede negarse la transmisión autentica, así como el poeta lo menciona, de esos momentos vividos y sentidos que aportan algo personal e intimo del autor , algo muy humano que podemos identificar y compartir entre nosotros mismos, y tal ves en su momento, porque no, sentirlo dentro de uno mismo.

  - Gustavo Garcia

Del Prólogo de la Obra:

El maestro artista en realidad tiene una sola obra que fluye de la fuente que es sí mismo; arte es su esencia y lo manifiesta de todas las formas de las cuales es capaz. En mi caso soy maestro-fundador de varias artes marciales, y en cuanto a mi obra literaria abarca al menos los siguientes géneros que yo pueda distinguir: el cuento, la literatura infantil, el drama, el ensayo filosófico, la novela, y el análisis socio-político. En toda esa supuesta variedad hay en realidad un solo tema, una sola idea, una sola obra, una sola esencia que se manifiesta con la diversidad del medio a través de la cual me expreso en esa ocasión. Aun así tenemos que reconocer que la poesía es diferente, y lo es en parte por la brevedad del espacio que se ocupa en expresar esa idea, pero lo es también por la inspiración emocional que se precisa para expresarla. Una poesía es una explosión comunicativa donde la emoción y la idea se fusionan para lograr una transmisión que de otra forma no se podría conseguir. Las ideas se pueden comunicar de muchas formas, pero sin la combinación de la expresión emocional con la belleza metafórica, alegórica que son la esencia artística de la expresión poética pierden esa capacidad para tocar el espíritu del lector – y la poesía es una comunicación, o al menos el intento de la misma, entre espíritu y espíritu. En toda buena literatura hay una cierta desnudez por parte del autor; no una desnudez física claramente, sino personal, esencial, espiritual. A esa desnudez la podemos llamar “autenticidad”, y es la autenticidad lo que distingue la buena literatura de la no tan buena, y lo que fundamentalmente distingue la literatura de la obra puramente académica en la que se pierde, o se compromete, la autenticidad a cambio de la objetividad que se precisa para evadir la responsabilidad personal por el mensaje transmitido: “No soy yo quien lo dice sino las estadísticas, la evidencia, los datos.” Lo que distingue la poesía, lo que le hace resaltar por encima de todo otro género literario es precisamente esa dosis de autenticidad. En el resto de los géneros el autor puede esconderse detrás de los diversos personajes, detrás de la voz y de la perspectiva narrativa. Puede llegar a manifestar esa autenticidad mediante la desnudez de sus protagonistas y evitar así dar la cara personalmente – puede nadar y guardar la ropa, puede permanecer vestido mientras desnuda a sus personajes. En la buena poesía el poeta se expone de plano, de lleno, siendo esa exposición su principal propósito. ¿Por qué? Todo arte surge de la necesidad humana de comunicarse uno con el abismo del infinito que es el resto de la humanidad. La mano anónima pintada en la cueva nos grita desde su silencio y a través de los milenios de la misma necesidad de conectar con el resto de la humanidad que el poeta con su verso. Esa es la esencia del arte, no tanto su belleza, sino la comunicación sincera, auténtica, desnuda de un espíritu a otro. ¿Qué les puedo decir a mis posibles lectores de mi poesía? ¡Nada! Ya lo expuse, y me expuse, del todo.

  - Shodai Sennin J. A. Overton-Guerra